Es una solución mecánica, sencilla y extremadamente segura para evitar que puedan desplazar tu vehículo, evitando así pueda ser sustraído.

La caña de dirección original del vehículo es relativamente sencilla de romper y, aunque el usuario bloquee el volante al aparcar, para un ladrón es fácil forzar el mecanismo de fábrica y llevarse el vehículo.